COPAS MENSTRUALES, cada dia mas de moda



Quizás este tema os parezca raro, pero está a la orden del día, y algunos están muy interesados en que todas las mujeres los adquiramos. Hablo de las copas menstruales. Hasta hace pocos meses, no tenía la menor idea de qué eran, y casualmente, escuchando a un amigo en un debate en la radio, estuvieron hablando de ello.
Lógicamente, como su propio nombre indica, se utilizan durante el período menstrual, sustituyendo a compresas y tampones. Son de silicona, con forma de copa para recoger el flujo, insertándose como un tampón, pero algo más amplio, y vaciándose cada 4 u 8 horas, dependiendo de la cantidad de cada una.

Las ventajas de este invento, que no es nuevo, apareció en los años treinta, con otro tipo de material claro, y sus defensoras hablan maravillas de ellas. Cuidan el medio ambiente, pues las compresas y tampones son desechables y no reciclables, y ahorras dinero, porque te duran años, teniéndolas en perfectas condiciones.
Se pueden comprar en farmacias y sobre todo on line. Sus adeptas dicen que son una maravilla, que te olvidas de que lo llevas puesto, que dónde va a parar con los medios tradicionales... hasta ahí, todo bien.

Me parece estupendo que estén contentas y es una opción como cualquier otra. Sin embargo, yo quería conocer otras opiniones, quería comprobar si tenía alguna desventaja, porque digo yo, que si fuera todo tan ideal de la vida, nadie en su sano juicio utilizaria tampones.
Confieso, que el nombre ya de por sí, no me sonaba nada bien, y eso de llenar y vaciar...en fin, me daba un poco de mal rollo. Mi sangre y yo tenemos una relación puramente menstrual, y cuanto menos en contacto estemos mejor que mejor.
Me metí en internet y todo eran opiniones estupendísimas, así que, a pesar de estar yo tan contenta con mis tampones, me decidí a comprarme una a ver qué tal.

No voy a dar demasiados detalles al respecto, pero os diré que, eso de que no se nota en absoluto, al menos en mi caso, no es cierto. Cuesta ponerla, tiene una posición con los dedos de una determinada manera, una no lubrica cuando quiere.  Pensad, que el objetivo es que el flujo caiga en la copa, si se tuerce, o se gira... .
Pues doy fe de que puede ocurrir. Los dedos cortos, son un pequeño problema, y la colocación tampoco es una bicoca. Os diré, que yo no soy una persona quejica, y mi cuerpo me lo conozco perfectamente, por lo que se lo flexible que puedo llegar a ser por ahí abajo, pero que es dificilillo de colocar es.
Pero lo peor es el vaciado. Si estás en casa, te puedes permitir el lujo de "manchar" vamos a decirlo así un poquito. Pero, ¿y si estás en el trabajo, o en un restaurante, o en casa de unos amigos, o en un cine o teatro?
Os recomiendo que os lleveis toallitas, y otra ropa, por si acaso, porque todos sabemos que fuera de casa, en los aseos públicos, no solemos tener inodoro y lavabo juntos ¿verdad que no? Pues imaginaos una pelí al  más estilo "gore", y os podeis imaginar la escena. El vaciado es intenso, por un lado, sacar la copa, con cuidado para no manchar. Imposible, a la vez sujetar el pantalón, falda, lo que sea, medio agachada...en fin. Sin más detalles os diré, que a mi me parece una auténtica "guarrada".
¿que no se gira? se puede girar, torcer y hasta poner boca abajo. Una tragedia.

Respetando a las que lo utilizan sin problemas, les felicito por ello, porque quizás yo sea más torpe que nadie, pero investigando por internet, a ver si alguien coincidía conmigo, por fin, di con unas cuantas páginas donde contaban su desastrosa relación con la copa menstrual asesina. Más o menos describían su peripecia como yo. Y me dije, menos mal, no soy la única, qué alivio. Algunas ilustraban con dibujos y un líquido azul en sus copas simulando el flujo para que nos hiciéramos una idea del desastre de vaciado de turno.

Me parece muy bien que se utilicen, y parece que a muchas mujeres les va fenomenal, pero creo que también es bueno ver la otra cara de la moneda, para que no haya sorpresas. y también creo que cuando en los años treinta se utilizaba, aparte que no existían aún los tampones, la mayoría de las mujeres estaban en casa y no trabajaban fuera, por lo que es algo menos traumático.
Sea como sea, que cada una elija la opción que más le interesa, sin embargo os tengo que confesar algo, y es que tras mi lamentable experiencia con la copa menstrual, me fui hacia la caja de mis Tampax y la di un beso, dando gracias porque alguien hubiera inventado un artilugio tan simple, y limpio como ese.

Que no se me enfaden las usuarias de las copas, que sin duda, es una buena opción para ellas.





La música te lleva a ese mundo mágico
donde eres libre de ser
y de sentir...


Coque Malla - "No puedo vivir sin ti" con Anni B Sweet

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