ORGULLO 2017
La
sabiduría es mejor que el ingenio, y a la larga, sin duda, tendrá la risa de su
lado”
Jane Austen
Jane Austen, defensora de la educación femenina, de las
relaciones de género que hace dos siglos publicaba “Orgullo y prejuicio”, una
de las obras más emblemáticas de la Literatura Universal.
Una mujer, que con tan solo veinte años diferenciaba los
defectos y virtudes del género humano,
que a pesar de la época que le tocó vivir, (1775-1817) no se resignó a ser
actriz secundaria en un mundo por y para hombres.
Ni en sueños esta mujer imaginaría que siglos después, sus
libros estarían en nuestras casas hablando de la honradez, las convicciones, la
generosidad, la humildad, y sobre todo, esa fortaleza de sus personajes
femeninos, esas mujeres que no se resignaban, no callaban, esas Elisabeth
Bennet, que como ella misma, sufrían los prejuicios de la época, de un mundo de
hombres, y de sentimientos rectos y tradicionales, sin ningún atisbo de
generosidad ni de mentes abiertas.
Y aun así, y con todo lo conseguido gracias a mujeres como
ella, en el que sus personajes pese a los prejuicios, hacían finalmente lo que
les daba la real gana y eran dueñas de sus vidas, sin convencionalismos y
desafiantes, nos encontramos doscientos años después, con personajes, que no de
ficción, sino lamentablemente reales como Tamara Falcó, suelta perlas como que no asistirá a la cabalgata
del orgullo Gay porque le parece una “horterada”…
Ni falta que hace, añadiría yo, la hija de una mujer cuya
única función en la vida ha sido ir de jarrón por salones de fiestas y eventos
acompañada siempre por señores adinerados .
O las declaraciones de nuestra flamante presidenta de la
Comunidad de Madrid, que dice no
asistir, porque sería más distorsionador que otra cosa, aunque a última hora ha cambiado de opinión y ha asistido al final del acto
En fin, Orgullo y Prejuicio para aburrir…
Si Jane Austen viviera ahora, ella sí iría al Orgullo audaz,
feliz, excepcional, con ese equilibrio entre la humildad y la soberbia de sus
personajes, y por supuesto, envuelta en la bandera multicolor subida a una de
las carrozas.
Y una reflexión:
Cuando deje de haber agresiones por la condición sexual de
cada uno e intolerancia, hablaremos de que por fin todos somos libres, mientras
tanto, hay mucho por hacer aún, y la base está en la educación desde pequeños, y
en que los padres les eduquemos en el respeto, la tolerancia y la libertad de
elegir tanto nuestra condición sexual
como la de respetar la de los demás.
Comentarios
Publicar un comentario