SONRISAS Y LÁGRIMAS
Acabamos 2020. Un año para olvidar. Una terrible pandemia cruel y despiadada, nos ha sumido a todos en una incertidumbre y una Inseguridad enorme.
Qué podemos aprender de esto? Las actitudes y comportamientos de unos y otros. Personas a nuestro alrededor que se comportan como si nada estuviese pasando. Obviando las muertes, los enfermos y lo virulento de la Covid.
Comportamientos que no tienen explicación, llegando a negar la propia existencia del virus, e incluso afirmando tajantemente, por encima de médicos y expertos sanitarios la inutilidad de mascarillas, distancia social y cualquier tipo de prevención.
Los negacionistas y las teorías conspiratorias forman parte misma de la historia de la humanidad a través de los siglos, pero viendo los efectos de esta pandemia sobre la población no tiene justificación alguna.
Comportamientos de responsables de alcaldías y CCAA, instando a la población a salir y consumir, para salvar la economía por encima de la salud de sus ciudadanos y ciudadanas, como ocurre en Madrid es indignante y me atrevería a decir, presuntamente delito, porque las consecuencias de ese "sal que no cierro, pero poco" es indignante y retrata perfectamente la calaña de estas personas, irresponsables y ambiciosas.
Si, ambiciosas, porque están utilizando esta pandemia para seguir con sus tejemanejes tanto con la sanidad como sus "cadenas de favores" habituales en su gestión.
Tenemos la suerte, si, la suerte de tener el gobierno que tenemos. Con una gestión durísima a la que se han tenido que enfrentar, equivocándose muchas veces, acertando otras, pero siempre trabajando para y por la erradicación de esta pandemia.
Con un gran experto epidemiólogo al que sectores de este país resentidos y de ultraderecha, sentados en el congreso, han vilipendiado sin piedad cada día. Un hombre con una trayectoria a sus espaldas más que demostrada, y que, además le critican únicamente por trabajar al lado del gobierno actual, porque Fernando Simón, ya estaba ahí antes de llegar a la Moncloa Pedro Sánchez.
Afortunadamente hemos visto la solidaridad de muchas personas que de forma altruista han colaborado y trabajado para que familias machacadas económicamente tuvieran un respiro, a los sanitarios, médicos, enfermeras y enfermeros, todo el personal sanitario que están soportando un via Crucis desde el comienzo, en ocasiones injustamente tratados y cuestionados, todos y todas merecen esos aplausos de las 20 h a diario.
Este año las fiestas navideñas son diferentes, deben ser diferentes. Muchos no nos vamos a juntar con nuestras familias para no poner en riesgo a los nuestros, y en cambio, hay personas que irresponsablemente van y vienen poniendo en riesgo a todo el mundo.
También doy gracias por tener el gobierno de izquierdas que tenemos en tiempos tan revueltos y complejos, porque de esta forma, sus medidas y decretos sociales y económicos van encaminados a los más desfavorecidos, en esto, somos afortunados. No quiero pensar en la situación contraria...
A pesar de ser un año tan duro, han salido adelante unos Presupuestos Generales que nos benefician a todos, medidas como La Ley de Eutanasia,una ley necesaria y justa para tener una vida y muerte digna.
La Ley antideshaucios, para que durante estos momentos tan duros, ninguna familia pueda acabar en la calle.
El Ingreso Minimo Vital, las prorrogas de los ERTES, el decreto para que ninguna empresa pudiera despedir a nadie durante un ERTE y sea obligatoria su readmisión.
La imposibilidad de despedir a ningún trabajador ni trabajadora durante una baja, y ayudas a desempleados varias durante la pandemia.
Las mujeres en pandemia somos doblemente perjudicadas. Los cuidados, en la mayoría de los casos recaen en ellas, los casos de violencia machista no han cesado, ni los asesinatos, con más vulnerabilidad aún de lo normal.
Vientres de alquiler, prostitución, toda una red mafiosa económica, que a más necesidad más evidente es y se fortalece.
Mucho por lo que seguir luchando y visibilizando hasta llegar a la abolición de prostitución y evitar que el negocio y la trata sexual prosiga.
Un año diferente con la vacuna ya en nuestras vidas afortunadamente y muchas esperanzas de que esto termine, pero no bajemos la guardia, nos queda mucho aún y los cuidados y medidas de prevención deben ser las mismas.
Todo tiene sus cosas positivas, me quedo con la solidaridad, el apoyo, el cariño de nuestros profesionales sanitarios, las risas, la complicidad y el apoyo de mis amigas, mi familia, mi amor, con los que vivo momentos inolvidables y los que nos quedan.
Felices Fiestas y sed responsables, que lo primero son nuestras familias, nuestros mayores, nuestros hijos. Nada compensa esa pérdida, ninguna celebración, fiesta, o cena.
Lo prioritario es que el año que viene y los siguientes estemos tod@s.
Anónimo-
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