FILOMENA A MI PESAR

A pesar de lo complejo del inicio de año,  me divierten comentarios y chistes sobre ello. Es una forma de evadirnos de la realidad y de tanto problema


Que si no queremos más días históricos, qué  será lo siguiente, una invasión ovni, una plaga de langosta?

A pesar de la covid,  la gran Nevada,  Filomena, resultan graciosos y gratificantes relajarnos con ocurrencias y chascarrillos.

Que no falten.


Desde que oí el nombre de la borrasca, Filomena, se me vino a la cabeza la obra de Torrente Ballester, "Filomeno a mi pesar!".

Escuchaba ese nombre y venga...Filomeno a mi pesar en mi cabeza. Es inevitable, al menos a mi me pasa. Es como cuando comentamos algo y decimos: "Amanece, que no es poco..." parafraseando a Berlanga.

Confieso que en ocasiones, se me vienen a la cabeza frases así de películas  o literatura de forma espontánea.

Quizás sea por mi vocación y devoción a la lectura, la literatura, cine y teatro. Algo parecido a la deformación profesional en nuestros respectivos trabajos.

Escucho Filomena, y rápido pienso....a mi pesar.

Debo reconocer que en mi época de colegio e instituto tuve la suerte de contar con excelentes profesores y profesoras de lengua y literatura, que buscaban llegarnos bien adentro y que amaremos las letras.

En mi caso, dio resultado.

Adoro leer. Adoro la literatura. Adoro el teatro.

Ahora esa pasión la comparten conmigo mis hijas. La mayor una apasionada de la lectura, y al igual que su abuela la enloquece la historia antigua, y en particular la época victoriana, con lo cual toda novela que cae en nuestras manos o serie de esa época, lo devoramos.

La pequeña, estudia y se dedica a la danza y el teatro. Sus pasiones desde chiquitita, y por fin, se dedica a ello y lo disfruta día a día.

Aunque nos viene de familia.

Mi abuela Sara era una gran lectora. Me leía sus libros, y cuando su vista ya no se lo permitía, yo se los leía cuando llegaba del colegio.

Mi madre heredó esa pasión que luego yo heredé.

Le gusta la literatura histórica sobre todo, es una apasionada de la historia de España y sobre todo, sus mujeres.

En clase, los clásicos. Leíamos mucho teatro. Lo interpretamos y hacíamos tertulias y debates literarios.

A mi me encantaba.

Don Quijote y Sancho en Alcalá de Henares.


Filomeno a mi pesar, trata de un gallego con este curioso nombre lleno de debilidades, que se enfrenta a la dura tarea de vivir. 

Esta borrasca, me ha hecho recordar este libro que sin duda volveré  a leer.

Recuerdo en esos años, otra obra también teatral. "Historia de una Escalera", una excelente obra de Buero Vallejo

Qué recuerdos más maravillosos me vienen recordando cómo lo interpretamos. Estuvimos ensayando meses, memorizando y conociendo a cada personaje.

Una historia costumbrista, cuyo argumento se centra en la vida y peculiaridades de una comunidad de vecinos, repleta de personajes diversos, diferentes, excéntricos algunos, pasivos y monótonos otros, pero llenos dé complejidades, alegrías y penas.

Qué curioso que esta Filomena, me trajera estos maravillosos recuerdos.

Ya metiéndome en harina, otro de los libros que leí por entonces fue "El Buscón de Quevedo".

Una obra picaresca de nuestra España y Madrid más castizo, narrado en castellano antiguo.

A mi me encantaba y disfrutaba mucho con ese lenguaje chulesco y pícaro, lleno de anécdotas y aventuras contadas con mucho sentido del humor y acabado con una sonrisa de oreja a oreja.

Qué importante es el arte, la cultura, en todas sus vertientes. Cine, teatro, literatura, poesía, danza, música.

No dejemos nunca de lado las artes, porque perderiamos nuestra identidad.

Las artes son respeto, diversidad, responsabilidad, creatividad, solidaridad, alegría y tolerancia.

Bailemos, cantemos, leamos, pintemos, hagamos fotografías, teatro, vayamos al cine....

Vivamos!!

Eso si ahora con cuidado y sin olvidar que tenemos ue vencer al covid y sólo siendo responsables lo erradicaremos, ya con la vacuna es cuestión nuestra, no lo olvidemos.







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