APOROFOBIA
En los últimos años, se ha hecho más visible un problema social grave: la aporofobia. Este término, aunque poco conocido, define algo que por desgracia vemos con frecuencia: el rechazo, desprecio o miedo hacia las personas pobres o en situación de exclusión social.
Hace unos días nos desayunabamos con el ataque y acoso brutal y sin sentido de dos menores del Pueblo de Torres de la Alameda hacia una familia vulnerable, que vive en la pobreza, una madre y su hijo con una discapacidad, que jamás se meten con nadie.
Los dos energúmenos, rociaron su casa de lejía, les tiraron dentro botellas de cristal vacías, piedras etc. Con ellos dentro.
Crueldad y sólo crueldad. Gratuita.
Qué impulsa a dos jóvenes a hacer esto? Qué estado de maldad y crueldad les induce a ello? Eso es lo más grave. La falta de empatía, de compasión, de corazón, de sentir como seres humanos. Porque estos chicos, menores, carecen de esos sentimientos, con lo cual, son un peligro para la sociedad.
La aporofobia no es simplemente una falta de empatía, es una actitud que se refleja en cómo se trata a quienes no tienen recursos. Personas sin hogar, migrantes sin papeles, familias que sobreviven con lo justo o personas que piden ayuda en la calle sufren miradas de desprecio, malos tratos o directamente la indiferencia de una sociedad que cada vez normaliza más estas actitudes.
Este fenómeno tiene consecuencias muy graves. Las personas que lo sufren son aún más marginadas, lo que agrava su situación. Además, la aporofobia alimenta discursos de odio y justifica políticas que recortan derechos o dejan fuera a los más vulnerables. Se genera una sociedad más injusta, más fría y con más desigualdad.
Combatir la aporofobia empieza por reconocerla y no quedarse callado. Empieza también por mirar con humanidad a quien lo está pasando mal, entender que la pobreza no es culpa de quien la sufre y que nadie merece ser tratado con desprecio por no tener dinero.
Y por supuesto, esto no "son cosas de crios"
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